Sin dinero no se mueve nada. Al momento de fundar una empresa en primer lugar resultan gastos de apertura. Luego se debe aclarar las posibilidades de financiamiento para las necesidades a mediano plazo. Además por medio de un presupuesto se debe planificar la inversión y las ganancias para un lapso determinado. Adicionalmente, se debe calcular los gastos de la empresa así como determinar la forma de los servicios bancarios. A lo mejor se puede invertir de forma fija algún dinero en un banco para que trabaje solo. Finalmente, un buen control de las finanzas protege ante las sorpresas negativas y además sirve como instrumento de administración. El manejo correcto del dinero y una buena contabilidad frecuentemente son decisivos en el éxito o fracaso de una empresa.
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