miércoles, 3 de octubre de 2007

Soy un empresario nato?

En primer lugar hay que desear ser empresario y mostrar disposición al riesgo. La persona que teme a los riesgos mejor que no se meta a esto. La persona que reflexiona, que desafía algo con confianza, y que además aguanta en situaciones difíciles, reúne buenas condiciones para ser un empresario.
La persona que realmente está dispuesta al riesgo, lo sobrevive si algo va mal. En tal caso reflexionará sobre porqué no resultó, analizará los errores y aprenderá de ellos. El segundo intento probablemente será exitoso.
Si una persona siempre camina el camino de la resistencia mínima no puede comprobar su resistencia. ¡Esté dispuesto de vez en cuando a realizar trabajos adicionales bajo esfuerzos extraordinarios! Compruebe si sus nervios son suficientemente fuertes cuando se encuentra en una situación en la que todo el mundo lo presione. Observe si puede vencer el cansancio con una voluntad de hierro y si también bajo estrés puede mantener la calma y paciencia con su entorno. La persona que ante la presión de muchas reuniones y la expectativa de rendir bien reacciona con una cabeza clara, fresca, de forma serena o acaso con humor, trabaja duro y resuelve un problema tras otro, ¡ésta si puede resistir!
La resistencia tiene mucho que ver con la disciplina. Sobre los trabajos desagradables planifique realizarlos a fondo con mucha puntualidad, exactitud, y fiabilidad. Mostrar resistencia en las ocupaciones preferidas no es ningún arte.
La riqueza de ideas es otra propiedad importante que uno debe aportar. Las ideas propias muchas veces son un “Sí” a caminos no convencionales y requieren probablemente que la persona nade contra la corriente. El que tiene ideas también debe aguantar la crítica. La crítica debe estimular la reflexión, revisión y discusión. La disposición hacia la discusión también pertenece al perfil de un empresario o empresaria.

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